Para mí hablar de la editorial OQO Editora es hablar de una de las mejores editoriales de álbumes ilustrados infantiles de España.
No, no me pagan por decir esto, es mi más firme convencimiento después de haber vibrado de verdad con algunos de los cuentos ilustrados de esta editorial gallega.
Empiezo por la lista de mis cuentos preferidos de OQO y después os hablo de la editorial.
Los mejores álbumes ilustrados de OQO Editora
1. Camuñas. Margarita del Mazo (textos) y Charlotte Pardi (ilustraciones) 2012 Ed. OQO
2. ¡Sígueme! (una historia de amor que no tiene nada de raro). José Campanari (textos) y Roger Olmos (ilustraciones) 2014 Ed. OQO
3. Bola de manteca. Ana Presunto (textos) e Iván Suárez (ilustraciones) 2006 Ed. OQO
4. Ojobrusco. Darabuc (textos) y Maurizio A. C. Quarello (ilustraciones) 2008 Ed. OQO
5. Paco Pasmón. Patacrúa (textos) y Evelyn Daviddi (ilustraciones) 2007 Ed. OQO
6. La cosa que más duele del mundo. Paco Liván (textos) y Roger Olmos (ilustraciones) 2005 Ed. OQO
7. El secreto del Rey Curro. Patacrúa (textos) y Magicomora (ilustraciones) 2006 Ed. OQO
La editorial OQO para mí
Empecemos con las palabras que acuñan ellos mismos en su web:
OQO es un espacio de creación donde habitan propuestas innovadoras que invitan a soñar, a reflexionar y a degustar imágenes, músicas, voces y palabras.
Para mí un libro álbum de OQO Editora siempre es algo diferente. Al modo que se usa ese apelativo en fútbol (permitidme el símil) para hablar de jugadores diferentes, aquellos que sabes que en el campo van a hacer cosas distintas a los demás , sobre todo, desequilibrar el partido rompiendo todas las ataduras, todos los límites, con un recurso mágico, con una capacidad de esfuerzo titánica, con una fe sobrenatural en sus posibilidades… fuera del alcance de los mortales, solo posible por los “elegidos”.
Tener un álbum de OQO en las manos es la certeza de que vas a encontrar algo que te va a sacar de tu rutina y te va a introducir en un mundo especial. Sabes que esta editorial siempre apuesta con criterio y elegancia por salirse de los márgenes estrechos de la convencionalidad, no solo del mundo editorial del álbum ilustrado sinoen el sentido más amplio que ofrece este término.
OQO es transgresora. Apuesta por ideas arriesgadas, que no tienen por qué ser políticamente correctas, apuesta por ilustraciones e ilustradores creativos que intentan plasmar mundos expresivos con un estilo fresco, personal, decididamente artístico.
En su catálogo a lo mejor no te vas a encontrar un supermegabetseller (¿a quién le importa eso?) pero si que vas a poder descubrir libros buenos de verdad, de esos que te van a dejar huella.
Además, en OQO vas a encontrar esos álbumes que les encantan por igual a niños y mayores.
Es fácil encontrar las colecciones más o menos completas de esta editorial en cualquier biblioteca. Yo he empezado así muchas de sus lecturas y he acabado comprándome algunos de sus libros, a los que me encanta volver una y otra vez.
Ir a la biblioteca para introducirte en una editorial, es una de las mejores maneras de conocerla, de entender su idiosincrasia y el espíritu que fluye de ella. A ver, frecuentar una biblioteca es una de las mejores cosas que puedes hacer en la vida y si es con tus hijos mejor.
En cualquier álbum de la lista que os sugiero vais descubrir un pedazo de la fascinante esencia materializada de esta magnifica editorial.
Te lo repito, sin miedo de ser pesado: la mejor de todas.
Voy a intentar ponerme en contacto con ellos para poder profundizar más en su mundo. Es más, cierro este post y les llamo. Ya os voy contando en qué queda la cosa.
Entrevista a OQO
Vengo de hablar con los chicos de OQO Editora y la verdad es que la experiencia ha merecido mucho la pena, no sólo por lo bien que me han atendido sino por lo mucho que he aprendido, de hecho han cambiado por completo mi visión del trabajo editorial del álbum ilustrado, de cómo se gesta.
He mantenido una charla telefónica con Borja Guerrero Parapar, el encargado del área audiovisual y de todo lo relacionado con los formatos digitales con los que OQO está anticipando el futuro.
Gracias Borja, por tu paciencia ante mi dispersión y mi falta de experiencia en hacer entrevistas (es la primera que hago en toda mi vida; me ha encantado) y por tu afabilidad.
Vamos a ello.
¿Por qué el nombre de OQO? Bueno, tras hablar con vosotros veo que lo pronunciáis como “oco”, ¿es la forma de hacerlo en gallego?
En gallego “oco” significa “hueco”. Nuestro nombre hay que “completarlo” con dos aproximaciones: con ese significado, hueco, que nos habla de la capacidad del álbum ilustrado de llenar el espíritu del niño con el mundo que le propone de experiencias literarias y plásticas y, desde lo gráfico, el propio nombre, OQO, cuyas letras están formadas por tres círculos.
La historia es algo circular que se desarrolla en tres actos narrativos, además, desde siempre, se han transmitido de forma oral, de generación en generación. No sólo eso, la esencia de las historias es que dan la vuelta al mundo a través del espacio y del tiempo. El álbum ilustrado supone muchos círculos comunicados entre sí y nuestro nombre pretende jugar con estos ideas y significados.
¿Cómo se inició OQO?
Nuestra principal intención siempre ha sido la de contarle al niño buenas historias; que éstas le aporten cosas con las que ayudarle a construir activamente su vida.
Esta visión la compartían las personas que crearon OQO antes de dar vida a esta editorial y les sirvió para articularla desde el principio y mantener su esencia con el paso del tiempo.
Los fundadores iniciales siempre han estado ligados a esferas de la docencia, lo artístico y lo literario: sobre todo, profesores de infantil, de universidad y personas vinculadas a las bellas artes.
No nos debemos olvidar de los administrativos y de las personas que tienen una ocupación enfocada al día a día de la empresa. Aquí todos somos una pequeña gran familia, todos ponemos nuestro granito de arena.
Se puede decir que, teniendo en cuenta los mimbres que la conforman, la creación de OQO con su salto a la arena del álbum ilustrado, ha constituido un tránsito natural, podríamos decir, inevitable.
¿Por qué necesitamos que nos cuenten cuentos? ¿por qué necesitamos los álbumes ilustrados?
La narraciones infantiles (fábulas, cuentos, etc) sirven para que el niño viva experiencias de todo tipo antes de experimentarlas de verdad en la vida real; en este sentido, les preparan para la vida en un simulacro en el que no arriesgan nada y tienen mucho que ganar.
Un ejemplo lo encontramos en La bruja rechinadientes (de Tina Meroto y Maurizio A. C. Quarello). Este álbum prepara a nuestros pequeños lectores para enfrentarse al miedo. La bruja no les persigue a ellos físicamente aunque por mecanismos de empatía puedan llegar a sentirlo.
Es una experiencia preparatoria, un simulacro, como los simulacros de incendio en los colegios, que preparan a los niños en un entorno seguro para lo que pudiera venir.
Me interesa mucho lo que dices y me siento muy identificado. Como ya comentaba en la reseña de Camuñas
Me interesa mucho lo que dices y me siento muy identificado. Como ya comentaba en la reseña de Camuñas (de Margarita del Mazo y Charlotte Pardi)
Desde este blog abogamos por introducir sabiamente en los cuentos los aspectos trágicos de la existencia (como ha sido toda la vida) […] Expurgar todo elemento que hable del dolor, la muerte, la maldad… hace que nuestros niños no aprendan la dimensión completa de la vida y vivan en una burbuja fácil de pinchar… sobre todo cuando no son tan niños.
Me gusta como tratáis temas que pueden ser escabrosos o presentar algo de oscuridad. En el caso de Camuñas hay una frase: “levantó el índice para atravesar su garganta…”. No hace daño, no genera sobresaltos, es un contrapunto en la narración, habla de la muerte pero la integra en un tono humorístico que lo atenúa todo.
En OQO creemos que, a través del álbum ilustrado, si sabes cómo unir las piezas, puedes aproximarte a cualquier tema, por complejo y difícil que sea, como es el caso de la muerte. Tenemos varios ejemplos de la aproximación a este tema: El último canto (de Pablo Albo y Miguel Ángel Díez, Jack y la Muerte (de Tim Bowley y Natalie Pudalov, El tren (de Silvia Santirosi & Chiara Carrer)…
Negarle la realidad a un niño es casi como negarle su propio futuro. Es preciso irle introduciendo progresivamente en la complejidad de la vida; qué mejor manera que hacerlo que a través de los recursos que te propone el álbum ilustrado para acercarnos a su nivel preceptivo, a su capacidad de entendimiento, para ponernos a su altura.
Es todo lo contrario que aislarle en una burbuja o colocarle vendas en los ojos. Es preciso acercarle a la vida, no alejarme de ella.
Siempre hablamos de niños, ¿OQO es sólo infantil?
Podemos decir que sí, tanto en propósito como en volumen de trabajo.
La mayoría de nuestros álbumes ilustrados pertenecen a la colección O (de 3 a 7 años) y a la colección Q (de 8 a 12 años). El resto de colecciones es mucho más reducida en número.
Hemos de entender que llevamos más de 300 publicaciones, de ellas, esas dos colecciones supondrán entre el 85 o 90% del total. No somos sólo infantil, pero sí marcadamente infantiles.
Os dejo un enlace para que conozcáis sus colecciones
Osea, que vuestro público objetivo es el niño. ¿Pensáis también en el padre?
La verdad es que no pensamos en el padre, quizá eso sea un error comercial, al fin y al cabo, los padres son los “compradores” de los álbumes, pero si queremos aspirar a conseguir relatos que supongan una experiencia transformadora sólo podemos centrarnos en el niño, aproximarnos a él, hablar para él en su lenguaje, ofrecerle un canal adecuado para que experimente esa experiencia relevante que le proponemos.
Es posible que eso suponga vender menos, pero estamos más interesados en hacer trabajos de calidad que en vender más.
Como decía con anterioridad:
En su catálogo a lo mejor no te vas a encontrar un supermegabetseller (¿a quién le importa eso?) pero sí que vas a poder descubrir libros buenos de verdad, de esos que te van a dejar huella.
He de reconocer que mi entusiasmo hace que los álbumes que aparecen por casa, la mitad los elijan mis hijos y la otra mitad yo (bueno, a lo mejor hay más desequilibrio). El caso es que pensando en lo que me dices, se observa en vosotros no sólo un impulso creativo sino una toma de posición ética.
Como te decía antes, nuestra principal preocupación no es comercial. Por supuesto, somos una empresa y debemos ser rentables, pero entendemos que, si apostamos por la calidad en nuestros álbumes ilustrados, si apostamos por imprimirles nuestro sello personal, ser fieles a nosotros mismos, vamos a conseguir estar en el mercado.
Los mismos padres perciben eso en nosotros, a fin de cuentas, quieren lo mejor para sus hijos, esto es, que tengan un tránsito adecuado en su proyecto de convertirse en personas. A nosotros nos mueve esa misma motivación.
¿El álbum ilustrado es algo nuevo?
Sólo hay que mirar atrás y ver los libros que leíamos nosotros cuando éramos pequeños. Desde luego que ha cambiado mucho la cosa.
En el pasado, el tipo de formato más usual al que accedíamos, era el libro ilustrado, un concepto diferente al de álbum ilustrado.
Hay que tener en cuenta que la línea que separa a ambos es muy delgada. En el álbum, la armonía entre texto e imagen las convierte en entidades inseparables conformando una unidad narrativa, cosa que no pasaba con el libro ilustrado; en éste, el eje principal es el texto y las ilustraciones son elementos subordinados a las palabras. En el álbum ilustrado, pese a esa armonía, las ilustraciones juegan un papel capital.
Os propongo la lectura de mi post Diferencias entre álbum ilustrado y libro ilustrado, para profundizar en estos aspectos.
En general, se ensalza la parte visual de los álbumes ilustrados. He leído en algún sitio que los ilustradores españoles de álbumes ilustrados son muy buenos pero que los escritores que participan en ellos no suelen estar a su altura.
Me imagino que esa percepción se debe a que la importancia de la parte visual es muy grande, pero nosotros pensamos que ésta no existiría sin el texto.
Es cierto que la ilustración muchas veces ejerce por sí sola como primera “vendedora” del libro. Mucha gente que acude a las librerías compra el álbum sólo por la portada pero, pese a esa relevancia de lo visual, en OQO entendemos que el tándem que conforman el texto y la ilustración, las complejas y ricas relaciones que se establecen entre ellos, hacen que juntos 1 + 1 sean mucho más que dos, tres, cuatro…
No se trata de que las imágenes y el texto cuenten lo mismo, se trata de que el niño acceda, comprenda una información, que no podría alcanzar de otra manera.
Muchas veces, en la parte ilustrada se cargan las tintas de la complejidad porque facilita la comprensión lectora del niño, es más propicia para mandar mensajes que se les pueden escapar a través del texto.
No hay que olvidar que son libros que se crean para ser leídos, y en muchos casos, y cuando más pequeños son los niños, también para serles contados por alguien, habitualmente, los padres.
Sí, lo verbal es clave en el álbum ilustrado.
Entiendo lo que dices, con la alianza de la imagen y lo verbal. Yo he sido guionista audiovisual durante más de 10 años. La imagen es capaz de transmitir un simbolismo más rico, inmediato, emocional que las palabras. Aunque todo depende del contexto no sólo de las imágenes y las palabras sino del tejido narrativo mismo.
Al hilo de todo esto, vuelvo a Camuñas: la cantidad de matices que aporta la ilustración a este álbum (no sólo en cuanto a su estilo, sino, me refiero, sobre todo, a la expresión emocional de los personajes) es descomunal, máxime si tenemos en cuenta cómo todo ello interactúa con las conversaciones de Camuñas y Blanca.
Desde luego, esa armonía de lo verbal y lo visual que mencionas, en el trabajo del guión audiovisual es una de las tareas más complejas y necesarias.
Toda esta riqueza y desafíos que plantean los álbumes ilustrados han hecho que yo haya querido escribir alguno y que haya creado este blog. Ya que estamos hablando de esto y sin ánimo de divagar más, ¿cómo es vuestro modo de producción?, ¿vuestro proceso creativo?, ¿empezáis eligiendo un ilustrador?, ¿por el escritor?
Empezamos siempre por los textos. Buscamos algo que encaje en OQO, sabemos perfectamente lo que eso significa.
Todos los que trabajamos en la editorial, en mayor o menor medida, participamos en el proceso. Podemos tener ideas divergentes, pensar y sentir de forma distinta, pero todos sabemos qué es OQO y lo compartimos, todos nos ponemos a trabajar sobre las historias para dotarlas de ese sello distintivo, limamos las diferencias y nos concentramos en hacer las cosas bien.
Una vez que hemos elegido el texto, trabajamos mano a mano con el autor reescribiéndolo las veces que sea necesario, unas 12 o 13 veces. No hay un límite, lo importante es que el resultado satisfaga nuestras exigencias y se adapte a la de nuestros lectores, los niños.
No se trata de cambiar una coma, se trata de trabajar en profundidad el guión para que no sólo se adapte a nuestro estilo particular sino que sea accesible para los niños, eso es de vital importancia para nosotros.
Elegimos muy bien las palabras, la complejidad de las oraciones, tenemos muy en cuenta la edad del público al que va dirigido.
Además, algunos álbumes exigen de trabajar la parte poética para adecuar la estructura de rimas y repeticiones que tan a menudo pueblan y dan sentido a este formato y tanto encantan y facilitan las cosas a los niños.
Cuando hemos afianzado la historia, entonces buscamos un ilustrador que pueda contarla de la mejor forma posible. En el estilo participamos, pero al final, cuando eliges a un ilustrador sabes más o menos qué estilo te puede ofrecer, en lo que más nos centramos es en trabajar con él la estructura narrativa, por ello, a parte de las pruebas de estilo, empezamos desde el principio con el storyboard, éste se convierte en la base del trabajo con el ilustrador.
Volviendo a lo que hablabas de la narrativa audiovisual, salvando las distancias, la narrativa del álbum ilustrado y el cine tienen mucho que ver, más si además hablamos del storyboard. Se trabajan con planos generales, planos cortos… el corte en vez de salto de planos se hace con el paso de la hoja…
Lo importante es la armonía que generan las imágenes, que hagan avanzar la historia.
Yo, como escritor en ciernes de álbumes ilustrados, podría participar en vuestro proceso, pero ¿qué ocurriría en el caso de un escritor-ilustrador?, ¿cómo podría encajar en vuestro sistema editorial?
Es complicado que eso suceda: es difícil encontrar alguien que conjugue bien esas cualidades.
Además, la manera de trabajar que tenemos está más enfocada a trabajar la idea por un lado y la parte ilustrada por otro por lo que es más fácil que el trabajo de los textos y de las ilustraciones los hagan personas distintas.
Eso no quiere decir que no podamos trabajar con un único autor que lleve a cabo esas dos partes. Algo hay en nuestro catálogo pero por nuestra naturaleza eso va a ocurrir en contadas ocasiones.
Lo principal, con lo que me quedo de la entrevista, lo que más me ha sorprendido, es el alto grado de implicación que tenéis en el proceso creativo, ahora entiendo esa unidad en vuestro catálogo, el sello inconfundible que tienen todos vuestros libros. Es evidente que habéis conseguido crear un engranaje perfecto para lograr álbumes de calidad.
Me imagino que la gente, cuando tiene un álbum ilustrado entre las manos, no alcanza a entender el enorme esfuerzo que supone crearlo. No es sólo un tema de trabajo, es un asunto de inversión, por supuesto económica, pero sobre todo una inversión emocional.
Como te decía antes, para nosotros esto es mucho más que ganar dinero, es una vocación, por eso no sólo buscamos cubrir el expediente, queremos crear cosas de las que sentirnos orgullosos, sobre todo porque ayudan al niño a crecer y a encontrarse a sí mismo.
Esa idea es profundamente motivadora y es el pilar fundamental donde se levanta OQO.
Muchas gracias, Borja.
Para concluir, siento que he avanzado mucho con esta entrevista. En mi falta de conocimientos del tema, me imaginaba que las editoriales tenían un papel más pasivo a la hora de encarar el proceso creativo del álbum. Desde luego que no es el caso de OQO.
Vamos a seguir indagando en otras editoriales seguramente nos encontremos con un panorama dominado por una enriquecedora diversidad de enfoques. Qué ganas de conoce más, cómo me gusta el trabajo que me propone el blog.
A estas alturas de la vida (ya vamos por las 45 primaveras), uno tiene muy claro que no hay nada con dirigirse a las personas que saben. Si estás pensando en crear tus propios álbumes ilustrados como yo, debes tener en cuenta todo lo que puedes aprender de gente como Borja y editoriales como OQO. Crear un blog es un medio ideal para conseguirlo, algo que sería muy difícil de alcanzar de otra manera.
Esto no se acaba aquí, queridos lectores. Durante la entrevista hemos tocado el tema de los nuevos formatos digitales en los que están trabajando en OQO y, como da para mucho, hemos consensuado una nueva entrevista para hablar ampliamente del tema. Por lo que estad atentos, pronto tendréis noticias nuestras.